Por: Gissell Valentina Moreno Ladino
Con respecto a la Reforma Laboral del Gobierno Nacional, que desde hace dos años contempla la reducción paulatina de la jornada de trabajo de 48 a 42 horas semanales, respaldada por la Ley 2101 de 2021 y que ahora se encamina hacia su implementación a partir del 15 de julio, disminuyendo inicialmente una hora en la intensidad de la jornada laboral sin afectar los salarios de los trabajadores, el Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Michael Ortegón, fue entrevistado el pasado miércoles 5 de julio por la emisora ‘La Cariñosa‘, perteneciente a la cadena radial de RCN.

Dada la experiencia del Decano Ortegón en Administración de Empresas, su Especialización en Gerencia de Proyectos y su Maestría en Economía Social, una de las preguntas destacadas fue: “¿Qué consecuencias puede tener esto para el empresariado en nuestro país?”
En la entrevista, el Decano mencionó que lo primero que debemos considerar es que esto es una buena noticia y debemos percibirlo como tal. Sin embargo, también representa un gran desafío para los empresarios y la economía popular del país, ya que el mayor reto recae en la economía popular o mercado informal, que no se ve tan inmiscuido en estas reducciones de horas laborales.
Esta es también una oportunidad para reinventar y rediseñar los modelos de negocio tanto en el mercado formal como en el informal, lo cual puede contribuir a tener un talento humano más sano y menos agotado.
En cuanto a la viabilidad de esta reducción en la jornada laboral, teniendo en cuenta que desde hace muchos años se ha trabajado con una jornada establecida en el mercado formal y que el mercado popular está compuesto en su mayoría por comercios y emprendimientos familiares, Michael destaca que “el 60% de las empresas en Colombia forman parte de lo que se denomina economía popular o economía informal. Y esto no es un dato menor, ya que 6 de cada 10 empresas del país son informales, es decir, no tienen todas las características estructurales de una empresa formal. Por lo tanto, debemos verlo como un llamado a la formación continua, especialmente para aquellos emprendedores que contribuyen diariamente a satisfacer las necesidades de la comunidad, compitiendo con buenos precios, y ahora podrán hacerlo de una manera aún mejor”.
El valor de la academia y la formalización
La idea y la invitación del Decano Ortegón es que estos empresarios, que constituyen la base de la economía popular, comiencen a formalizarse con el objetivo principal de que los hijos de estos microempresarios puedan contribuir a los negocios y hacerlos más eficientes. Por ejemplo, se espera que los jóvenes adquieran la capacidad de llevar la contabilidad de la compañía.
UNINPAHU, desde su enfoque en formar profesionales íntegros, humanísticos y emprendedores, destaca la importancia y el valor de la academia. Con el auge de las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial y los cambios estructurales implementados en las modalidades de trabajo, convertirse en un profesional adquiere gran relevancia. Además, formalizarse y recibir una educación profesional abre puertas en muchos sectores laborales, tanto a nivel nacional como internacional.
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